Comte de Saint Germain en directo en la televisión española 1975

El documento que el presentador muestra a la cámara al final del programa (58:48) es una carta enviada por el Centro Nacional Francés de Investigación Científica (CNRS) a Saint Germain sobre su elixir que analizaron. Aquí está una traducción al español: “Centro Nacional de Investigación Científica CNRS París, 8 de enero de 1972 Señor De Saint Germain, Después de analizar su “producto“ y hacer dos pruebas de laboratorio, estos son los resultados que obtuvimos de los colaboradores y de mí mismo: 1) Sin duda es el regenerador celular más poderoso conocido hasta hoy. 2) Fue imposible para nosotros descubrir sus componentes. 3) Después de inyectar 5 cl en un perro de 14 años que era muerto desde dos horas, encontramos ocho minutos después de inyectar su producto, la reanudación de los latidos cardíacos y el perfecto funcionamiento del sistema nervioso y muscular. Habiendo observado, a pesar de toda la lógica científica y humana, el fantástico experimento que hicimos, pedí que el perro conejillo de Indias fuera matado y que sus restos fueran incinerados, para que no quedara rastro de lo que habíamos visto y hecho. Por la razón que comprenderá fácilmente, tanto para el futuro de la ciencia como para la demografía, es su deber como ser humano dejar de intentar publicitar lo que podría convertirse en el mayor flagelo de la humanidad. Firma. El jefe de investigación“ Aquí está el texto original en francés que es más fácil de leer directamente en el video en el sitio de la televisión española. Però aqui está mi transcripción: “Centre National de Recherches Scientifiques - CNRS Paris, le 8 janvier 1972 Monsieur de Saint Germain, Après analyse de votre “produit“ et deux essais en laboratoire, voici les résultats que nous avons obtenus des collaborateurs et moi-même: 1) Sans aucun doute il s’agit du plus puissant régénérateur cellulaire jamais connu jusqu’ici. 2) Il nous a été impossible d’en découvrir les composants. 3) Après injection de cinq cl à un chien de 14 ans mort depuis deux heures, nous avons constaté huit minutes après l’injection de votre produit, la reprise des battements cardiaques ainsi qu’un parfait fonctionnement du système nerveux et musculaire. Ayant, en dépit de toute logique scientifique et humaine, constaté la fantastique expérience à laquelle nous nous sommes livrés, j’ai fait abattre le chien cobaye et incinéré ses restes, afin qu’il ne subsiste aucune trace de ce que nous avions vu et fait. Pour la raison que vous comprendrez aisément, tant pour l’avenir de la science que pour la démographie, il est de votre devoir d’être humain de ne plus chercher à faire connaître ce qui pourrait devenir le plus grand fléau de l’humanité. Signature. Le chef de recherches“
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