ORIGEN DEL ANTINATALISMO NEONAZI: LA GUERRA FRIA.

El Futuro de la Socialdemocracia ORIGEN DEL ANTINATALISMO NEONAZI: LA GUERRA FRIA 1. Evidentemente, el antinatalismo tiene precedentes que pueden extenderse siglos atrás . En este documento nos referimos al origen de la conversión del antinatalismo en referencia ideológica dominante en Occidente. Un dominio surgido y mantenido a todo lo largo de los 50 años de período neoliberal. 2. El origen de la conversión del antinatalismo en fenómeno dominante se sitúa con claridad en la Guerra Fría. Más en concreto, el detonante se produjo en el contexto de la Revolución China de 1949. La alarma de distintos sectores de EEUU ante el peligro estratégico del crecimiento de la población en los países “no controlados” generó en círculos corporativos una corriente de opinión antinatalista, claramente orientada a la contención demográfica de estos países . 3. Este movimiento antinatalista se expande con rapidez a partir de las fundaciones corporativas articuladas alrededor del Grupo Rockefeller (fundaciones Rockefeller, Ford, Carnegie) 4. Desde las fundaciones corporativas y los servicios de inteligencia, la estrategia de impulsar la reducción de la población de los países en desarrollo como estrategia geopolítica se convierte en política oficial de la presidencia de EEUU a partir de la administración Kennedy. Veamos lo que nos decía al respecto PÉREZ DÍAZ: “En un espectacular giro de la política oficial, Kennedy declara públicamente, el mismo año de su investidura, la intención de su gobierno de apoyar y promover la planificación familiar en el tercer mundo. Se financia, efectivamente, en multitud de países, siempre siguiendo la “línea caliente“ de la guerra fría, desde Pakistán hasta el sureste asiático. Los programas de USAID (Ayuda al desarrollo Internacional) empiezan a incluirla sistemáticamente. El movimiento alcanza una magnitud tal que sobrevive al asesinato de Kennedy. Johnson, el nuevo presidente, anuncia su intención de frenar el comunismo en cualquier parte del mundo con cualquier medio a su alcance. Simultáneamente, declara la necesidad de apoyar los programas de planificación familiar. Nixon, investido en 1969, hará otro tanto. En 1968, R. MacNamara, uno de los “halcones“ de la guerra fría y del conflicto vietnamita, anuncia, como flamante presidente del Banco Mundial que su organización apoyará los programas de planificación familiar. El apoyo político es tal que acaba por ser trasladado a todos los ámbitos de influencia internacional estadounidense, incluida la Organización de Naciones Unidas”. 5. El punto culminante de la asunción del antinatalismo por parte del gobierno de EEUU lo marcan el informe Rockefeller de 1972 y, sobre todo, el informe Kissinger de 1974. Este último nos describe perfectamente la trayectoria que el antinatalismo ha seguido a partir de entonces, durante todo el período neoliberal, a través de las agencias gubernamentales de EEUU, las ONGs (incluyendo, por supuesto las fundaciones corporativas ya mencionadas) y las agencias de la ONU. 6. El análisis documental nos revela con claridad cómo el antinatalismo se desarrolla a partir de los años 50 con un primer objetivo perfectamente definido de carácter geopolítico: hacer frente a la “amenaza” demográfica que para Estados Unidos suponía el crecimiento de la población en los países no controlados. 7. El Informe Kissinger nos explica también cómo estas estrategias, destinadas en principio a los países políticamente no controlados, se acaban extendiendo también al conjunto de Occidente. 8. De particular interés es constatar cómo, tanto la emancipación de la mujer como la planificación familiar o la defensa del medio ambiente, han sido impulsadas durante estas décadas no como estrategias para el avance social sino como estrategias para reducir la población. Y, a la vez, constatar que la reducción de la población, en último término, no se perseguía como un instrumento para el desarrollo sino, al contrario, como una forma de debilitar a los países enemigos o no controlados. 9. Dos constataciones que impresionan y que nos obligan a un reposicionamiento de fondo frente a los instrumentos de ingeniería social que agencias de EEUU y de la ONU, ONGs y fundaciones corporativas han venido aplicando en el mundo durante las cinco últimas décadas. Y, por supuesto, que nos revelan el transfondo claramente fascista o neonazi de las culturas posmodernas (antinatalismo, posmofeminismo, catastrofismo ecológico) actualmente dominantes en Occidente gracias a décadas de influencia hegemónica de esas fundaciones y agencias impulsoras de la reducción de la población. Éste es un proyecto de EKAI Center sobre EL FUTURO DE LA SOCIALDEMOCRACIA. Gracias por tu atención. Sigue con nosotros. PDF:
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