EURO DIGITAL Y CONTROL SOCIAL

El Futuro del Modelo de Desarrollo Europeo EURO DIGITAL Y CONTROL SOCIAL 1. El debate mediático sobre el previsto lanzamiento del euro digital está siendo ciertamente oscuro. Esta oscuridad ha facilitado todo tipo de especulaciones y, entre ellas, está teniendo una importante difusión la hipótesis de que el euro digital puede ser un instrumento de control social de los ciudadanos europeos. 2. Para empezar, la expresión “euro digital” no parece aportarnos demasiado. Las monedas que ya utilizamos, el euro actual incluido, son monedas fundamentalmente digitales, aunque conservemos la opción de su transformación en monedas y billetes. Pero esta misma opción existirá también para el euro digital. 3. El euro digital tendrá el respaldo del Banco Central Europeo, como también lo tiene el euro actual. 4. La diferencia sustancial, desde nuestro punto de vista, radica en que el euro digital no sólo será emitido sino también gestionado en depósitos a nombre del propio Banco Central Europeo, sustituyendo así –al menos parcialmente- el papel que actualmente desempeña la banca comercial. La amenaza que esto representa para la banca llevará probablemente a limitar el papel del euro digital a determinadas finalidades o determinadas cuantías. 5. El origen de las suspicacias frente al potencial que el euro digital pueda tener como instrumento de control social no es en absoluto irracional. Las especulaciones desde medios oficiales sobre que este nuevo euro va a permitir limitar la disposición de efectivo o controlar los niveles de gasto de los ciudadanos han sido repetidas. Y no han faltado incluso apelaciones a la posibilidad de que el euro digital ayude a controlar la huella de carbono de ciudadanos y empresas europeos, en el marco de los ya habituales desvaríos neonazis de ciertas élites europeas. 6. Sin embargo, la relación entre estos posibles riesgos para las libertades civiles en Europa y el euro digital no parecen claros. Limitaciones a la utilización de monedas y billetes ya existen en ciertos países europeos. Las posibles medidas de control del gasto y del ahorro de los europeos con fines de política monetaria o climática pueden aplicarse con el actual modelo monetario, regulando la obligación de los bancos de vigilar, controlar o limitar determinadas operaciones. 7. Es posible que la implantación del euro digital se aproveche para otorgar al Banco Central Europeo, como gestor de estos depósitos, facultades de control que en este momento pudiesen corresponder a los estados miembros pertenecientes a la eurozona. De cualquier forma, desde la perspectiva de los ciudadanos y las empresas, se trataría de un riesgo regulatorio que ya existe en la actualidad con respecto a posibles medidas de su respectivo estado. 8. Si el objetivo fundamental de la implantación del euro digital no es el control social, entonces es obligado preguntarse cuál es. Porque, muy posiblemente, la falta de claridad de sus fines es lo que, en buena parte, está ayudando a generar todo tipo de especulaciones al respecto. 9. En nuestra opinión, parece claro que el objetivo fundamental de la implantación del euro digital es defensivo. Se trata, probablemente, de adelantarse al reto que –tanto al euro como al conjunto de las monedas occidentales- van a plantear tanto el avance de las criptodivisas como las monedas de los países emergentes –o de los BRICS- soportadas en oro y bienes reales. Este texto es parte del proyecto de EKAI Center sobre EL FUTURO DEL MODELO DE DESARROLLO EUROPEO. Gracias por tu atención. Sigue con nosotros. PDF:
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